lunes, 30 de abril de 2012

Todo

Lo veo en todas partes. Lo bueno, lo malo, todo. Veo a mi neko, al niño del pato, a una bestia, veo a la persona que más amé, a la persona que más he odiado. Escucho su voz en mi voz. Veo personas que caminan como él, me imagino en dónde estará y que estará haciendo. Futuro, presente y pasado. Todo. Todo sobre él, lo que pudo haber pasado, lo que podría pasar.

Me senté en la misma banca del MP donde me senté con él. Por un instante, quise sujetar su mano, que me preguntara si tenía hambre, si quería llorar, si me dolía algo, si ya me quería ir. Porque él sabía esas cosas, era bueno para saber que realmente se me antojaba un dulce, que tenía sueño o que tenía miedo. Hoy no veo nada malo, estoy viendo solo lo peor y lo bueno.

Buscando una fotografía suya vi una donde está sonriendo, se ve feliz. Después lo veo azotándome por el cuello contra el cajón que está sobre la cama, con una mano sujeta mi cuello, con la otra me tapa la boca. Después escucho su voz diciendo conejo, "esos conejos que pertenecen al bunnyqaeda". Siento sus dedos agarrando mi tráquea por dos momentos todo se obscurece. Lo veo a mi lado comiendo su mousse de mango.

Mi mamá tiene miedo, le tomo la mano, hace demasiado calor, hay mucho sol. Veo su mano junto a la mía, estamos apretados, sostengo su mano todo lo que puedo, Iván se interpone entre él y yo. Le estoy diciendo que Jefferson ya ganó y que él perdió. Veo su mano apretando la mía, estamos regresando del concierto de Nine Inch Nails, mi tío no quiere que se quede en la casa así que averigua cómo llegar a casa de su tía, pero no importa, yo sostengo su mano y nos vemos de reojo, quiero abrazarlo y besarlo.

Lo veo sonriéndome y ronroneando. Lo imagino metiendo un calcetín en la boca de mi mamá, mientras le golpea la cara con los puños. Veo todo mezclado, fragmentado, de pronto todo negro y luego todo rosa.

Ayer pasamos por el parquecito a donde llevamos a correr a Katara. Ya estaba obscuro y me lo imaginé sentado en un columpio, solo, triste y confundido. Escucho a mi mamà sollozar y preguntándose ¿porqué nos hizo esto a nosotras? Y lo odio. Me duele hacerlo, ¿cómo se puede uno preocupar por alguien que le hizo tanto daño?

Un tercer doctor nos dice que estuvo a medio cm. de darle en la yugular, le dio en la vena, pero afortunadamente no profundo. Lo veo aventándole una almohada a mi mamá, ella le regresa y Katara se pone hiperactiva, pero estamos felices, somos una familia.

Me he preguntado si debí darle la oportunidad que me pedía cuando me la pedía. No lo sé. No sé si podríamos haber funcionado, si esta vez las cosas pudieron ser diferentes. La parte que lo recuerda mientras me ayudaba a ir al baño después de hacer ejercicio dice que si. La parte que siente los dedos en su cuello dice que todo fue diferente, todo empeoró exponencialmente.

No sé qué será de él. 2 materias, le faltaban sólo 2 materias. 1 mes y habría terminado el cch. Y ahora, lo veo corriendo, no trae la playera puesta, sólo trae un pantalón negro deslavado. No sé si tenga a dónde ir, él salió de mi casa sin nada. Ni siquiera comida en el estómago. Sé muy bien que no debería de importarme, pero me importa. Le veo la cara a mi mamá, y aprieto los puños, rechino los dientes y me dan ganas de golpearlo, que le duela, que sangre.

Pudo haber matado a mi mamá, estuvo muy cerca. Y sin embargo, escucho cuando me dice "no me dejes", veo su cara de querer llorar, de desesperación. Pero eso no evita que golpee a mi mamá en la cara. El doctor dice que probablemente en un mes ya no esté hinchada, pero que antes de eso, se hinchará más.

No es lástima, es un profundo dolor. Es ver a quien amabas dañar a alguien a quien amas. Verlo dañarse irremediablemente. sentirte traicionada, con miedo, enojada. De decir tantos hubieras, no me hubiera salido, no le hubiera dicho eso, le hubiera pegado más duro, lo hubiera correteado, hubiera terminado hace mucho, pero eso no existe.

Ya todo es pasado, pero no han pasado 24 horas. ¿Cómo resolver algo que no tiene solución?

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